2º Capitulo

Me acerqué al guerdia que estba en la puerta del edificio y prgunté por un nombre: Taylor Lauther.
Unos minutos despues el guardia de la entrada me acercó un telefono:

-Hola!?-Preguntó una voz confusa del otro lado de la línea.

-Hola Tay! Soy yo Vanessa!!

-Ness!? De vardad eres tú!? No lo puedo creer!! Aguarda un momento ya te hago entrar.

El guardia volvió a tomar el telefono y luego de escuchar unos segundos lo que le decía mi primo colgó y se dirigió a mi:

-Ya puede pasar. Piso 6, departamento 4B.

-Muchas gracias.

Entré al edificio y me dirigí directamente al ascensor. En el trayecto de subida comenzé a refleccionar sobre que le diría a Taylor.
El era mi primo favorito, o mejor dicho mi único primo. Hijo único de la hermana de mi madre. Siempre nos quisimos mucho, pero cuando mi madre murió nuestras familias se distanciaron y casi no supe nada de él.
Y ahora me encontraba allí pensando como pedirle que me ayudara porque había quedado empbarazada. Sin duda el me ayudaría pero... ¿cómo?
Si bien el vivía solo, trabaja y sus padres le daban dinero todos los meses, el aún estaba en la universidad; no merecía que yo viniera arruinarle la vida.
En ese momento el hilo de mis pensamientos se cortó ya que el ascensor se detuvo y se abrieron las puertas. Del otro lado de estas hbía un chico. Parecía tener 19 años, la edad de mi primo. Tenía unos bellos ojos azules y su cabello tenía reflejos rubios. Me pareció muy bello, en especial su sonrisa...

-Hola-me saludo el desconosido, por cortesía, imaginé

-Buenos días-respondí yo, pero no me podía distraer. Luego de una última mirada seguí con mi camino y no fue hasta que doble en el pasillo qur deje de sentir que aquel chico me miraba.

Entonces vi la puerta del departamento de Taylor. Me acerqué despacio y golpee ligeramente la puerta. No había terminado el primer golpeteo cuando la puerta se abrió de pronto yt dos brazos me evolvieron en un fuerte abrazo.

-Oh Vanessa!! Cuanto te he extrañado... ven pasa.-me empujó hacía dentro del departamento. Allí había una sala de estar donde no sentamos a platicar.-Dime Ness, que haces por aquí, tan lejos de tu casa. ¿Sucede algo?- Lógico. Mi pirmo me conce demasiado. En cuanto le hable por telefono había deducido que algo me pasaba. Y cuando me vió... mi cara no debía mostrar otra cosa que no fuera preocupación. Se dio cuanta al instante.

-Mira Taylor, tengo que decirte algo que...no será muy agradable quiero que escuches toda la historia... no me interrumpas por favor porque es muy duro lo que te voy a decir-él simplemente asintió y yo comenzé con el relato. Cuando llegué finalmente al punto importante hise una pausa en la que pude notar que Taylor ya deducía lo que le iba a decir- Tay... Estoy embarazada, de un mes y medio.-Como sospeché entró en estado de shock y quedó paralizado. Esperé pasientemente a que se recuperara, no era una noticia muy agradable.

-C-COMO!! Es-sttas embarazada!?... Ness...- No podía articular una rase completa ni coherente...-Y que ha dicho tu padre??

-No lo sabe Taylor. Y tampoco tiene que saberlo. Sería capaz de matarme o a mi bebe. No lo permitiré.

-Pero... Vanessa, huiste de tu casa... tienes al menos donde quedarte?-negué lentamente con la cabeza, avergonzada por lo que debía hacer

-Esperaba que tu pudieras ayudarme. Pero si es mucha carga no te preocupes, ya veré yo que haré,-las palabras salían atropelladamente de mi boca a causa de la verguenza. La desesperación me invadió al ver su cara de sorpresa y al instante me arrepentí de haber dicho aquello-Pero, no te hagas problema me las arreglaré de otro modo, yo no...

-¡¿Que dices Vanessa!? ¿Como que te las arreglaras de otro modo? ¡Si lo que querías era que te diera un lugra donde vivir podrías haber comenzado por ahí! No tengo ningún inconveniente en que vivas conmigo. Estaría muy feliz. Les diré a mis padres y ellos me ayudarán, seguro estan de acuerdo en debemos cuidarte; siempre te han querido mucho.

-Gracias, gracias, gracias mil veces Taylor- corrí a abrazarlo y lagrimas de felicidad desbordaron mis ojos. Por fin me sentía protegida, en mi hogar, en familia.


Llevaba 4 meses viviendo con Taylor. Sus padres, como él había predicho, no tuvieron ningún incoveniente en que yo viviera con mi primo. Aunque se mostraron muy sorprendidos por lo del embarazo, prometieron ayudarme en todo lo que sea posible, despues de todo no había sido mi culpa.
Cada día que pasaba sentía más amor a ese pequeño bebe que crecía dentro mío. Y no me preocupaba quien era su padre, el era mi hijo y yo su madre, nada ni nadie cambiaría eso; yo siempre lo amaría.
A estas alturas ya había confimado que sería una niña. Anne, mi Anne, mi hija.
Los días que viví en el departamento de Taylor fueron unos de los mas felices de mi vida. Cumplía básicamente las tareas de un ama de casa común. Aunque con el tiempo Taylor no permitía que hiciera nada por el embarazo.
Salía muy poco de la casa. Parte por miedo a que alguien me viera, parte porque no tenía casi ningún motivo para hacerlo. Los padres de Taylor nos traían las provisiones para la cocina cada semana, y mi tía me visitaba muy seguido para que no etuviera sola.
Sí, esos fueron de los mejores meses de mi vida...

Pero una domingo a la mañana sonó el telefono. Yo estaba en la cocina y Taylor se paresuró a responder ya que se encontraba más cerca.

-Diga?...Si soy yo...¿Qué? ¿Qué dice? ¿Pero usted quien es para...?...¿Cómo?...NO, usted no puede hacer eso... No, ella no puede... pero...-Por la voz de Taylor no era una llamada grata y comenzé a desesperarme cuando dijo: "ella no puede."

¿Se estaba refiriendo a mi' ¿Y si era así, quien estaba llamando a la casa de mi primo preguntando por mi? Nadie sabía que yo estaba allí...
De pronto comprendí quien era el que llamaba y mi corazón de detuvo por unos segundos.
Mi padre.
Era imposible. No podía ser, pero lo era. Él había llamado a Taylor y ahora sabía donde vivía. Vendría a buscarme y le haría algo a mi hija.

Taylor colgó el telefono y se dirigió a mi horrorisado.

-Tu padre, sabe donde vivo, vendrá a buscarte... ¿Qué haremos?- no sabíamos que hacer, estabamos totalmente desesperados. Llamamos a los padre de taylor, que al vivir más cercá de este llegaron antes que mi padre; pero no mucho.

Mi padre llegó hecho una furia, dispuesto a tirar el mundo abajo. Y no justamente mejoro su humor el verme con la apariencia de una mujer embarazada de seis meses.
Casi mata a mi primo, y luego a mis tíos. Grito como posido todos los insultos existentes y hasta amenazó co abortar mi embarazaó, pero ya era demasiado tarde. La única manera de detener a mi hija era que yo muriera.
Mi padre me llevó por más a rastras hasta su casa, y esa noche me golpeo como nunca lo había hecho. Todo el tiempo trate de proteger mi vientre, no debía dejar que le hiciera daño a mi bebé.

Todos los días vino a visitarme mi tía, todos los días traía comida para mi, y todos lo ella deías debía amenazar a mi padre con llamar a la policía para que la dejara entrar a verme...

Pasaron dos meses, y la fecha dle parto se acercaba. Fue una suerte que el 21 de juni a la tarde mi padre se encontraba fuera de la casa "trabajando" y que mi tía había venido a visitarme, porque a las 4 de la tarde rompí bolsa...

En menos de media hora ya me encontraba en el hospital y allí estaba tambien mi primo Taylor y mi tío llegaría en cualquier momento.
Mi beba nació a la 6 de la tarde. Era preciosa, al parecr tenía casi todos mis rasgos y algunos de mi madre lo cual me hacia mu feliz.
Por suerte no poseía los ojos de su padre, que serían un constante recordatorio de quien era él, en cambio sus ojos eran del mismo color que los míos.
Pero más allá de eso una alegría total me invadía. Ella era mi pequeña Anne, mi hijita, y cada segundo que pasaba sentía que la amaba más.

Al estar mis tíos allí y sin la presencia de mi padre hise de ellos los tutores legales de Anne, así que, cuando mi padre se enteró no pudo objetar nada, mis tíos cuidarían de mi niña.
Pero yo seguía siendo menor de edad, y mi padre seguía siendo mi tutor.
Por lo que, cuando me dieron el alta, mi padre me recibio con la noticia de que me habia inscripto en un colegio internado. Pasaría 6 años de m vida allí, alejada de mi hija sin poder ver como crecía.
Mis tíos quisieron oponerse, pero ellos no tenían autoridad sobre mi, por eso tuve que obedecer a mi padre.

El colegio era horrible, muy frío en el invierno, un inferno en los días calurosos y las condiciones en las que vivíamos eran deplorables. Pero yo resistía porque sabía que para las vacaciones, mi tía estaría esperandome en la puerta del edificio para llevarme a su casa, para estar con mi hija.
Caundo volvía al internado, lo único que permitía que siguiera viva y estable en ese luigar tan horredo era saber que mi bebe estaba aallí afuera, esperandome, extrañandome y amandome de la misma manera que yo lo hacía.
Anne fue criada con mucho cariño, y simpre agradaba con ansisas el momento de reencontrarnos, al igual que yo. Era un golpe muy duro verla despues de tantos meses. Veía como había cambiado, tan bruscamente para mi, volviendose una niña sin casi verme por causa del colegio.
Por causa del colegio me perdi su primera palabra: mamá.
Por causa del colegio no estucve allí cuando aprendió a caminar.
Por causa del colegio no la acompañé a su primer del jardín de infantes.
Por causa del colegio no pude arrullarla en las noches, ni consolarla cuando sufría una pesadilla. No pude jugar con ellas por las tardes ni ver los dibujos que hacía. No pude cuidarla ni quererla como siempre quise.
Pero por suerte para mi y para Anne, cumplí 21.
Y con mi cumpleños llegó el fin de mi estadía en el colegio internado; y el principio de mi nueva vida en compañía de mi pequeña niña.
El internado contaba con cursos que hacía las veces de univrsidad, por lo que salí lista para trabajar en la empresa de mi tío.
Lo primero que hise fue mudarme a un pequeño departamento, a una cuadra del de Taylor, que me había dado mi tía.
Una vez allí comenzá mi nueva vida en compañía de mi querida Anne...