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8 mar 2011

Epílogo

Feliz día de la Mujer

Epílogo

-Mamá, Papá, miren lo que encontré.- Una muchacha de cabellos rubios y ojos chocolates bajó corriendo las escaleras con lo que parecía un libro en las manos.

-¿Qué es, Aimi?- preguntó una mujer de tez bronceada y ondulante cabello negro. Se encontraba sentada en el sofá junto a su esposo y ambos miraban a su hija que acababa de llegar junto a ellos.

-Es un álbum de fotos. Y me parece que estos son ustedes.- La chica se sentó entre sus padres y abrió la primera página. En ésta se veía una gran foto de Vanessa Hudgens con su vestido de novia adaptado para su pancita de 4 meses y a Zac Efron con una enorme sonrisa abrazando a su flamante esposa.

-Mira cariño, son las fotos de nuestra boda.- Zac tomó el álbum y observó detalladamente la primera imagen.- Te veías hermosa, Ness.- La morena sonrió recordando todo lo que tuvieron que pasar para llegar a ese momento.

-Esa de allí soy yo, ¿verdad?- preguntó Aimi señalando el vientre de Vanessa en la foto.

-Sí, Alice casi se muere cuando tuvo que rehacer el corsé del vestido. Pero había que adaptarlo… Si no, no entrabas.- Acarició la mejilla de su hija quien sonrió alegre.

-Espera, ¿hablas de la Alice que yo conozco? ¿Alice Rathbone? ¿La madre de Ally y Seth?

-La misma. Te he dicho miles de veces que somos amigas desde antes de que nacieras. Ella, Nati y yo no nos hemos separado desde que nos conocimos.

-Ni han dejado de hacernos la vida imposible a nosotros.-Bromeó Zac con lo que ganó un zape de su esposa y risas por parte de su hija.

En la siguiente foto del álbum se veía a Vanessa, Nati y Alice abrazadas, cómo para reforzar lo que acaba de decir a su hija.

-Wow, que extraña se ve Alice con el cabello corto… Me gusta más el estilo de ahora. –Y luego de mirar un segundo más la foto exclamó.- ¡Mira! ¡Tía Nati estaba embarazada de Clair!

-Sí, y aunque todavía no se notaba Alice estaba esperando a Seth… parecía que nos habíamos coordinado.- comentó Vanessa entre risas.

Siguieron pasando fotos hasta detenerse en una pequeña niña con su vestido de fiesta bailando divertida con su tío.

-¿¡Esa de ahí es Anne!?- Aimi parecía sorprendida de ver a su hermana mayor tan pequeña.

-¿Si yo soy quién?- La voz de la joven se escuchó bajando al escalera. Llegó junto al resto de su familia y observó detenidamente la foto con un poco de nostalgia en los ojos.- Ouuu… las fotos de su boda… Quiero ver una foto tuya mamá, te veías hermosa ese día.

-Esas fotos ya las pasamos, Anne. Ahora tendrás que esperar a que terminemos.- Aunque se querían ambas hermanas amaban más molestarse y tentar una a la otra.

-Enana, yo me estoy por ir. Si me dejas ver la primera foto de mamá y papá me iré y te dejaré en paz.

-¿A dónde vas, hija?

-Iremos con Demi y los chicos a ver una película.- respondió despreocupadamente mientras intentaba quitarle el álbum a su hermanita.

-Gracias por avisarnos.- Zac la regañaba medio en serio y medio en broma.

-Papá, tengo 21 años. Creo que ya tengo derecho a salir sin tener que avisarles una semana antes. Soy mayor de edad ¿recuerdas?

-Lo recuerdo, princesa, pero aún así quiero saber a dónde vas.

-¡JA! ¡TE GANÉ!-Anne por fin había arrebatado el álbum de las manos de Aimi.- Lo siento enana.

-Podrás tener 21 pero eso, fue muy infantil cariño.- Anne le sacó la lengua a su madre de manera juguetona y luego soltó una risa.

-Lo lamento, mamá.- Observó la foto que tanto quería y luego se dio cuenta de la hora.- ¡Es tarde! Tengo que llegar a la casa de Dems en 10 minutos.

-Yo te llevo, Anne.-Zac se puso en pie y se dirigió a tomar las llaves del auto.

-Gracias, papá.- Anne le devolvió el álbum a su hermana con una sonrisa y se dirigió hacia su padre.

-¿A dónde van?-preguntó un muchacho de cabello castaño claro y unos enormes ojos azules.

-Anne va a la casa de Demi.- Respondió Ness acercándose para saludar a su hijo menor.

-¿Me pueden llevar a la casa de Ally? Tiene un nuevo video juego y me invitó ayer para jugar.

-Mmm… Ally y tu pasan mucho tiempo juntos…- Anne siempre bromeaba acerca de la amistad entre su hermanito y la hija de Alice… Ahora que ambos tenían 14 estaba segura que algo ocurriría entre ellos.

-Cállate Anne.- Alex se ruborizó un poco por lo que se apresuró a seguir a su padre quién llegaba en ese momento a la puerta principal.

-El pequeño Alex se puso rojo de vergüenza.- Aimi adoraba burlarse de su hermano menor, aunque sólo se llevaran un año de diferencia.

-Ya basta niños. No hagan un escándalo.- Mientras Vanessa cortaba la pelea se escuchó el timbre.

-¡Taylor, Nati! - Zac saludó a sus dos amigos y luego dio paso a su sobrina y a…

-¡Seth!- La voz de Aimi se escuchó a través de la sala y al momento corrió a abrazar a su… más que amigo.- ¿Qué haces aquí?

-Volvía de un partido con los chicos y pasé a buscar a Clair para venir a verte.- respondió el muchacho con una sonrisa. Al momento los interrumpió una chica de tez clara, cabello marrón oscuro y unos impresionantes ojos celestes.

-¡Aimi!- gritó la recién llegada abrazando con cariño a su prima.

-¡Clair!- Se querían como hermanas y pasaban casi todo el tiempo juntas en compañía de Seth que era el tercero del grupo, infaltable en todas sus locuras.

-Oye, Seth. ¿Tu hermana está en casa?-Alex se acercó a saludar a los recién llegados.

-Sí, ya debe haber llegado de la clase de baile.- El chico asintió y comenzó a alejarse cuando…-¡Ten cuidado con lo que haces con mi hermana, Efron!- Las chicas rieron mientras el menor de la familia Efron-Hudgens se ruborizaba a más no poder.

Para ese momento ya todos estaban sentados en el living charlando animadamente.

-Oigan, lamento verme descortés. Pero me están esperando y voy tarde. Adiós tíos, nos vemos enanos. ¿Nos vamos, Pa?

-De acuerdo. ¿Vienes, hijo?- Alex se puso en pie y siguió a su hermana y su padre hasta el auto.

-Nos vemos, cariño.-Vanessa besó rápidamente a su esposo. Luego besó la mejilla de Alex.- Cuídate princesa.- Agregó saludando a Anne y luego se marcharon cada uno a su destino.

Esa noche, se formó una gran cena en la casa Efron-Hudgens. Vanessa invitó a Nati y Taylor a cenar, pero cuando Alice y Jackson trajeron a Alex y vinieron a buscar a Seth la morena los invitó a ellos a comer también. Más tarde Anne llegó en compañía de Demi, Nick y Joe, y por supuesto que Ness no les negó un lugar en la mesa.

Finalmente, todos se marcharon a sus hogares. Vanessa y Anne terminaron de limpiar la cocina y se dispusieron para dormir.

-Buenas noches, princesa.- susurró Vanessa desde la puerta de la habitación de Anne.

-Hasta mañana, mamá.- Luego la morena se dirigió a la habitación del menor y arropó a Alex que ya dormía tranquilamente. Finalmente terminó su ronda pasando por la habitación de Aimi.

-A dormir cariño.- La niña del medio leía tranquilamente.

-Claro, mamá.- Luego de apagar la luz se cubrió con su frazada.- Hasta mañana.

La morena siguió su camino a su recamara mientras recordaba que Aimi siempre leía con su linterna debajo de la frazada, que Anne se quedaría despierta hasta tarde trabajando en otro proyecto de publicidad y que Alex se durmió luego de abrazar su peluche favorito.

Suspiró al tiempo que se recostaba junto a su esposo quien miraba atentamente las fotos sobre su mesa de noche.

-¿Por qué el suspiro?-Zac abrazó a Vanessa mientras depositaba un dulce besó en su mejilla.

-Estaba pensando que los niños ya están grandes…- posó su vista en una de las fotos. Allí se encontraba Vanessa con Alex en brazos de apenas unos días de edad. Zac estaba arrodillado abrazando a una Anne de unos 8 años con un brazo y sosteniendo a Aimi que daba sus primeros pasos.

- Sí, el tiempo pasa… muy rápido…- entonces el rubio posó sus ojos en otra de las tres fotos de su mesita.- Si me hubieran dicho todo lo que pasaríamos y que terminaríamos con esta hermosa familia… no lo habría creído.- Entonces alargó su mano y tomó un foto del primer cumpleaños de Vanessa que celebro en su compañía. En la foto estaban ellos, Natali y Taylor Alice y Jackson.

-Créeme que yo tampoco.- Miró la foto con cierta nostalgia pero feliz al recodar su hermoso presente.- ¿Sabes? Por muy complicado que haya sido, no cambiaría nada de todo lo que pasamos.- Zac sonrió.

-Lo dices como si hubiera otra opción.- Se acercó para besar a su esposa y quien dejó escapar una leve risa.- ¿Que sucede?

-Suena a título de una historia, ¿No crees? “Como si hubiera otra opción”

-Mientras la historia traté sobre un afortunado muchacho que encontró una maravillosa hija con una hermosa hija…

-O más bien de una desafortunada chica que encontró el hombre perfecto para ser el padre de sus hijos quererla como nadie.- Se quedaron unos segundos viéndose a los ojos. Transmitiéndose todo ese amor que se tenían el uno por el otro.- Te amo.- fue todo lo que pudo decir Vanessa.

-Yo te amo más.- y con un beso cerraron una vez más ese trato de amor que sabían nunca se terminaría…

Aunque la vida te juegue malas pasadas, aférrate a ella…

porque no hay otra opción…

sólo se trata de vivir.


Sorpresa! espero que les haya gustado el capítulo!
dios, no saben lo ansiosa que estaba por publicarlo... y es que lleva como cinco días escrito!
Pero bueno, al fin esta aquí...
Muchas gracias a todas la chicas que se han tomado el trabajo de leer la nove, de seguirla y comentar y tambien a las otras lectoras que prefieren mantenerse ocultas... =)

Tengo unos agradecimientos especiales,
primero a mi amiga a la distancia... BENDITO SEA EL E-MAIL! para vos Moni, gracias por acompañarme desde mis primeras letras en blogger! eres una persona de oro!

A las primeras seguidoras de esta historia, Andy y Sam, gracias por estar ahí desde un principio y darme fuerzas con sus comentarios!

Lau Boni, gracias pro estar siempre ahí, desde mis principios... eres uan gran persona y una gran escritora, GRACIAS!

A mi "querida plageadora "(algunas saben de qué hablo) gracias por enseñarme a desconfiar de algunas personas y ser la causa de registrar mi trabajo en copyright =)

Para dani1301, por estar presente en casi todos mis capítulos, si hubo alguien que tuvo asistencia perfecta fuiste tu =) Muchas Gracias!

A todos los comentarios anonimos, muchas gracias por tomarse el trabajo de comentar en la nove... estoy segura de que son personas maravillosas! =)

A cada una de las 36 seguidoras! especialmente a todas a quellas que han comentado y poco a poco he conocido...

A Emily y Alice, gracias chicas por tomarse tiempo y comentar en los capis, opiniones como las suyas te llenan de alegría =)

A las nuevas lectoras, mejor tarde que nunc a ¿verdad? me legra mucho que puedan disfrutar de mi historia! y ahí van sus nombres: Val, Naty, Helen...

En fin gracias a todas y cada una... lamento si olvide sus nombres... (Iris, ahora vienes a mi mente, gracias por comentar, eres una persona genial!) pero sepan que las adoro a todas, leo todos sus comentarios y les juro que son mi motivación para seguir en esto...

espero que me acompañen en las siguientes historias y poder contar con su prescencia...

las quiero muchoo!

GRACIASPOR TODO!

FELIZ DÍA DE LA MUJER!

2 mar 2011

29º Capítulo

¡Feliz día de la Mujer!

Cap.29:

No tenía idea de qué ocurrió después, no tenía idea de cómo llegué al auto. Sólo sabía que de pronto sentí los fuertes brazos de Zac abrazándome y tratando de consolarme.

Sentía una gran presión en mi pecho, un gran dolor… y todo tenía que ver con los latentes recuerdos que acudían a mi mente… cada segundo de mi adolescencia acudía a mi mente y junto a ellos los rostros de los únicos culpables… ambos muertos… mi padre y el de Anne…

-El no es su padre.- Mascullé en susurro.

-¿El padre de quién?-preguntó Zac sin entender.

-Jerry no es el padre de Anne, tú lo eres.-dije aún en susurros.- ¡Tu eres el padre de mi hija! ¡Tu eres el que la cuida y la quiere! ¡No ese hombre!-las lágrimas rodaban por mis mejillas… eran el único medio de dejar escapar el dolor. Zac me miró con sus ojos húmedos y me abrazó fuertemente. Luego me besó dulcemente en la frente. Levanté el rostro para besarlo en los labios.

Sentía sobe mí la soledad de muchos años, la necesidad de cariño…- Prométeme que tú no me dejarás… Prométeme que estarás conmigo y con Anne por siempre… que serás mi esposo y su padre… por favor Zac… dime que tú no me dejarás.-Fuertes sollozos recorrieron mi cuerpo. Escondí mi rostro en el cuello de Zac y sentí como me acercaba aún más a él.

-Te lo prometo, Ness.- Apartó mi rostro para poder ver mis ojos.- Te amo, no podría vivir sabiendo que te sientes sola… Las amo a ambas…-luego bajó su mano a mi vientre.- A los tres. –completó con una sonrisita. Entonces me besó dulcemente, expresando todo el amor que sentía… Me amaba, más allá de cualquier complicación o pelea, Zac me amaba de la misma manera que yo.- Ahora por favor trata de relajarte, tanta tensión le hace mal al bebé.

-Claro…-respondí aún con la voz tomada.

Unos minutos después, Zac bajó del auto para hablar con un oficial. Por el modo en que fruncía el seño algo no estaba del todo bien. Comencé a tensarme, a preguntarme qué sucedía… Entonces recordé lo que dijo Zac y dejé caer mi cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos. Respiré profundo y me concentré en mis niños… debía mantenerme fuerte por Anne y tranquila por mi bebé… Acaricié mi vientre que aún permanecía plano.

-Nada de esto te hace bien, ¿Verdad?-suspiré. Sabía lo que debía hacer y aunque quisiera ignorarlo cada vez me convencía más de que lo mejor era quedarme en casa en compañía de Taylor y Nati… tomé mi decisión y esperé a que Zac volviera a entrar al auto.

-¿Qué sucedió?-pregunté acariciando su rostro, tal vez así lograra que se él también se relajara un poco.

-Irán a la dirección que nos dio Jerry… quieren apresurare en caso de que…-dejó inconclusa la frase porque ninguno de los dos quería creer que eso fuera posible.- Yo iré a acompañarlos, dicen que es bueno que haya u familiar… pero quiero pedirte algo Vanessa.- Me miró a los ojos, y en sus trozos de cielo pude ver la preocupación que lo torturaba.- Por favor, Ness, no vengas, es muy posible que se produzca una persecucón, tal vez un tiroteo… no te quiero exponer a eso, a tanto peligro… ni a ti ni al bebé.-Sus ojos me rogaban que me fuera con los chicos y contenían las lágrimas esperando a mi respuesta.

-No te preocupes, amor. Iré con los chicos. Creo que es lo mejor.- Una parte del peso que Zac llevaba encima pareció desvanecerse.- Pero me tienes que prometer que me llamarás en cuanto la encuentren. Prométeme que en el momento en que la tengas en tus brazos me llamarás y me dirás que está bien.

-Te lo prometo.-Me susurró un segundo antes de besarme. Me abrazó fuertemente y pude sentir como unas pocas lágrimas se escapaban de sus ojos.

En una pequeña casa, encerrada entre cuatro paredes, una pequeña niña de unos seis años rezaba por un milagro. Ya no luchaba por librarse de las ataduras que inmovilizaban brazos y piernas, las heridas que éstas habían producido le quemaban las muñecas y lo tobillos. Ya no intentaba gritar a través de su mordaza, porque la primera vez que lo intento dos cachetadas le surcaron el rostro… y de ahí más había quedado adormecida.

Recostada en el sofá destruido miraba a la mujer que la tenía cautiva. Caminaba de un lado para otro en el reducido espacio y su respiración era irregular y agitada, el encierro del lugar pesaba sobre su locura y la volví más salvaje.

Para la niña el ambiente encerrado era intolerable. El aire se sentía pesado, lleno de polvo… cansaba los pulmones y quitaba fuerzas. Luchaba por mantenerse alerta, pero el dolor y el entorno no la ayudaban, cada ve tenía más ganas de dormir… y tal vez nunca despertar.

-Así que la pequeña Hudgens se rinde ¿No?-la voz de la mujer más desquiciada que había conocido la devolvió a la realidad. La miró con un odio que no debería estar presente en los ojos de una niña.- Vamos pequeña. Pelea un poco más… o ¿Qué? ¿Eres tan débil como tu madre?- Ante esas palabras el rostro de Anne se enrojeció de furia. Pero Megan solo rió de buena gana.- ¿Sabes qué es lo más divertido? Que tu papi y tu mami vienen a buscarte.-dijo como si fuera la cosa más cómica del mundo.- Y ellos creen que te encontraran viva… que NOS encontraran vivas… cuanto se equivocan.-Soltó una risa enloquecida y volvió fijar su atención en su pequeña rehén que la miraba horrorizada.- ¿Es que no te lo dije? No, se me debe haber olvidado… -una sonrisa se dibujo en su rostro mientras relataba su plan.- Tú debes de estar de acuerdo conmigo en que yo no estoy hecha para ir a prisión ¿Verdad? Así que lo resolví de una manera sencilla… no me encontrarán con vida cuando quieran encerrarme por acabar contigo.- Luego de mirarla con una sonrisita falsa continuó su historia como si estuviera relatado sus futuras vacaciones.- Así que, cuando se escuchen las sirenas de los policías, tu y yo subiremos al auto y conduciremos hasta llegar a los acantilados… y en alguna curva, ¡no sabré como girar! Y tú y yo iremos hacia abajo, abajo, abajo… y finalmente nos encontraremos en el infierno…-termino con una espantosa sonrisa…- Así que prepárate porque…-en su pausa se escucharon a lo lejos las sirenas de las patrullas.-… mi plan se pone en acción.- Tomó a Anne de un brazo y la llevó a las rastras hasta el auto en el frente de la pequeña casa desvencijada.

A esas horas de la madrugada era tan tarde que podía decirse que era temprano. A unos doscientos metros se podían ver las luces de las últimas casas de suburbios. A partir de allí era todo campo a, excepción de pequeñas casas como ésta, hasta la siguiente población a unos tres kilómetros de allí.

Anne pudo ver las luces de las patrullas doblando la curva antes de que Megan la lanzara en el asiento trasero del automóvil. Luego ella subió al lugar del conductor, puso en marcha el auto y esperó a que los policías estuvieran a unos cien metros para pisar el acelerador y conducirlas a su propia muerte.

Las luces de un amanecer nublado permitían ver el accidente en todo su esplendor. Los poco curiosos que se habían acercados miraba asombrados aquel escenario y la policía y ambulancias trataban de hacer su traba en medio de aquel desastre.

Una morena se hacía paso entre los autos detenidos y la reducida audiencia le abrían paso al oírla gritar “¡Por favor, déjenme pasar! ¡Mi hija estaba en el auto!”. Los ojos de la joven madre se llenaron de lágrimas al ver los dos autos semi-destruidos y sólo pude recordar la voz de su futuro esposo al teléfono “Ven rápido, hubo un accidente de tránsito…” y luego el celular se apagó por falta de batería.

Vanessa rodeo el espectáculo tratando de llegar a la zona de las ambulancias rápidamente, pero no pudo evitar analizar la magnitud del destrozo. Un auto y una camioneta habían chocado de frente, al parecer por que el auto se encontraba en el carril equivocado. En el auto n se reconocía ninguna parte del frente, todos los vidrios estaban estallados y se veían los trozos de metal que habían arrancado los rescatistas para sacar a los ocupantes. La camioneta tenía muy dañado el lado del conductor. El motor del auto debía estar destruido, pero más allá del vidrio estrellado, parecía que la peor parte se la había llevado el auto… y se le anudó la garganta.

Por fin llegó hasta las ambulancias, y lo primero que reconoció fueron unos tristes ojos azules que la miraban con mucho amor. Con pasos acelerados llegó hasta Zac y lo abrazó fuertemente, trataba de no dejarse convencer pero poco a poco creía que su peor pesadilla se hacía realidad…

Entonces pudo distinguir un cuerpo cubierto por una sábana blanca, que en unos segundos sería llevado a la morgue.

Los ojos de Vanessa se humedecieron contra su voluntad.- Ella…-Zac sólo asintió, y sin poder explicarlo las lágrimas corrieron por sus mejillas.- No quería que muriese,-Susurró abrazada a su novio mientras sentía una gran culpa por dentro.

-Señor Efron.-un enfermero se acercó a ellos.- Ya puede ver a su hija.

-Ve tú-dijo dulcemente en mi oído. La morena asintió pero al avanzar no soltó la mano de Zac. Ambos voltearon al interior de la ambulancia y Vanessa comenzó a llorar desesperadamente.

-¡MAMI!-Una niña con un collarín y algunos golpes se acercó corriendo y abrazó a su madre con lágrimas corriendo por sus mejillas.

-¡Anne! ¡Estás bien! ¡Gracias a Dios!- Vanessa abrazó a su hijo fuertemente con grandes lágrimas surcando sus mejillas. Llenó a su hija de besos y la abrazó lo más fuerte posible para asegurarse de que estaba allí.- ¿Estás bien? ¿Te duele algo? No sabes cuanto te he extrañado mi vida.

-Yo también te extrañe mucho, mami. Te quiero.- y luego abrazó a su madre fuertemente. Entonces Anne levantó la vista y vio a Zac con una enorme sonrisa.- ¡Papa!- gritó la niña acercándose a él, quien la levantó en brazos para tenerla más cerca.

Fue un momento muy dulce, en el que por fin la familia se reencontraba. Por desgracia tuvo que interrumpirlos el enfermero de la ambulancia, pues debían terminar de revisar a Anne y luego podrían marcharse.

Minutos después la pequeña niña se reencontraba con sus tíos que la habían extrañado horrores. Natali le prometió llevarla de compras con Alice para festejar y por supuesto Taylor le dijo que él la llevaría a ver una película de princesas que acababan de estrenar. Pero antes que nada, Anne volvería a su casa, con sus padres quienes le darían una fantástica noticia…

-Princesa, ¿Puedes venir a desayunar? Luego podrás dormir algo, tuviste una noche muy complicada- Vanessa miraba desde el marco de la puerta a su niña recorriendo su habitación.

-Claro, Ma.- Pronto se encontraban los tres en la mesa del comedor, como semanas atrás.

-Anne, tenemos una noticia para darte.-La voz de la morena se escuchaba ansiosa y emocionada, ¡Cuánto había esperado para poder decirle esto a su hija!- Vas a tener un hermanito.-con una enorme sonrisa Tanto Zac como Vanessa vieron a la pequeña gritar de emoción y correr a abrazarlos.

-¡Por fin vamos a ser una familia feliz! ¿Verdad? Como en los cuentos… felices para siempre.

-Sí, cielo. Mientras estemos juntos.- Dijo Zac emocionado para luego besar a su futura esposa y abrazar a su pequeña. Por fin todo estaba en paz